La oportunidad

Me cuesta analizar a la afición del CD Castellón. Primero, por su heterogeneidad. Por la grada pasa gente de toda condición. Mayores, pequeñas, forrados, paradas, rojos, fachas. Probablemente, Castalia sea el lugar más transversal de la ciudad. Segundo, porque además de indefinida, es una masa inestable. Crece con la ilusión, decrece con la decepción. Nada particular. Pasa aquí y en todos los equipos del mundo. En Oviedo iban cuatro y el del tambor cuando se arrastraban por Tercera. Una década después están compitiendo por ascender a Primera con el estadio lleno.

El patrón común entre orelluts es su vínculo con el club. Son del Castellón y avant. Su impacto en la vida de la entidad sí es mesurable. Un millón de euros aportados durante estos cinco años en Tercera división, según las cuentas oficiales, sin más retorno que partidos y episodios de infrafútbol.  Nadie ha puesto más dinero. Ni Osuna, ni Cruz, ni ninguna institución o patrocinador.

Un dinero que sirve para malvivir porque no cubre los millones que en breve la pericial contable anunciará que desaparecieron. El Castellón no está en Tercera y arruinado por la falta de paz social ni por la tacañería de la ciudad. Ni siquiera por una mala gestión. Lo está porque ha sido violado, estafado y secuestrado. Todo análisis de su presente debe partir de ahí.

¿Puede esa masa indefinida e inestable hacer algo para restablecer el daño hecho? En el marco actual de las Sociedades Anónimas Deportivas, poco. Sin acciones suficientes, no puede influir en la gestión. No decide nada. Ni precios, ni horarios, ni fichajes, ni compra-ventas. En otros campos de acción, las opciones son algo más amplias. Puede pedir la mediación política para la resolución de la situación si convenimos que el CD Castellón es patrimonio cultural de la ciudad por ser su institución deportiva más antigua y con mayor predicamento. Las 20.000 firmas recogidas en su día por Salvemos al CD Castellón dan fe. El PP no supo. Ahora les toca a PSOE y Compromís intentarlo.

Puede mantener la brasa dinamizando la vida social como antaño hizo ejemplarmente la Federación de Peñas y, más recientemente, Centenari Albinegre con la celebración del 90 aniversario. Para ello necesita que el equipo tire del carro porque las palmas siempre llegan después de los goles. No hay mejor agente comercial que un cliente satisfecho y bien tratado.

Y puede generar una oportunidad. De eso va la acción judicial emprendida hace cuatro años por Sentimiento Albinegro. No es solo venganza, se trata de provocar una oportunidad de salvación. El objetivo es conseguir que devuelvan lo robado y alejar para siempre y del todo a los culpables y sus cómplices. Es el camino más largo y difícil pero es el único posible cuando eres solo tropa de grada. Si lo conseguimos, no tengo ninguna duda de que la ciudad responderá como lo hizo cuando después de once temporadas en 2ªB, batió el récord de abonados tras el gol de Manu Busto. El CD Castellón es un gigante dormido. Sólo necesita alguien que sepa cómo funciona el despertador. 

Emilio Álvaro, vocal de Sentimiento Albinegro